LA TRANSFERENCIA DURANTE LA ENTREVISTA



Se dice que toda sesión terapéutica o consulta clínica inicia con una entrevista, y estamos tan acostumbrados a ella que prácticamente de antemano sabemos que al acudir al médico nos hará una serie de preguntas para comprender o hacerse una idea de nuestro padecimiento, previo a la auscultación; lo mismo sucede con el psicólogo que nos entrevista para conocer el motivo de nuestra visita y sin soslayar las famosas entrevistas de trabajo, a las cuales incluso vamos preparados.
La entrevista surge a raíz de la combinación de las experiencias de diversas disciplinas como la medicina, la pedagogía, la filosofía o el periodismo, por citar algunas; variando entre cada una de ellas el objetivo y utilización.
Dentro de la psicología, se trata del instrumento por excelencia para recabar datos, obtener información en los procesos de selección de personal, en el diagnóstico clínico y psicopedagógico, así como el asesoramiento vocacional, investigación y/o valoración del aprendizaje.
De acuerdo con (Morrison, 2015) entrevista es la acción de reunirse, verse mutuamente; implica la comparecencia de dos o más personas en un lugar determinado para tratar algo de interés, un encuentro cara a cara en el que se generan preguntas y respuestas sobre algún punto en común; dialogar para profundizar es la esencia de la entrevista.
 Por lo anterior, se aprecia que entre el paciente y el psicólogo se establece una alianza, basada en los deseos conscientes e inconscientes del primero, para cooperar y su disposición para aceptar la ayuda y superar sus dificultades internas.

           En este sentido, durante la entrevista y las siguientes sesiones, se establece una transferencia por parte del paciente, basado en una reproducción de sus relaciones objetales tal como lo señaló Freud (1912), citado por (Coderch, 1990), en su obra "La dinámica de la transferencia", al mencionar que ésta se encuentra compuesta por dos elementos que interfieren en su actitud ante el clínico: actuando como resistencia o como un motivador para cooperar en la terapia.

               Como una forma de ejemplificar la transferencia, a cuantos nos ha sucedido que al interactuar por primera vez con una persona, de manera inconsciente decimos "creo que lo conozco", "desde que lo vi me cayó bien", "no sé porque pero lo vi y me cayó mal", etc., este tipo de reacciones se repiten durante nuestra vida cotidiana y comúnmente en la entrevista; a este fenómeno le llamamos "Transferencia".

La transferencia es un concepto que designa el proceso psicológico a través del cual una persona de forma inconsciente transfiere y reactiva en sus relaciones interpersonales, aquellos sentimientos antiguos, afectos, expectativas o deseos infantiles reprimidos o no resueltos.

Estos afectos pudieron haber estado orientados originalmente a los padres, hermanos, maestros u otras personas significativas en la infancia y que en la vida adulta mantienen su presencia y efectividad psíquica, por lo que es posible transferirlos a relaciones actuales.

De acuerdo a la teoría psicoanalítica este fenómeno ocurre de manera completamente natural en las relaciones entre los seres humanos y se reproducen en los pacientes que reciben terapia; según (Morga, 2012) la transferencia es un género especial de relación respecto a una persona, se distingue por depositar a otra persona, sentimientos que no le corresponden.

Las reacciones de transferencia pueden ser reconocidas por el clínico porque contienen los siguientes elementos:

·    Impropiedad.- La forma en que un sujeto reacciona a una situación, si ésta excede a la causa de la misma, pudiera no tener origen en la acción sino en la reacción transferencial. Es decir, si el entrevistador hace un comentario, expresa un gesto o un movimiento,  que mereciera una leve molestia y ésta es dimensionada por el paciente, estamos ante una transferencia.

·   Intensidad.-Sentir algo por alguien que excede el conocimiento del mismo, es decir, explicar racionalmente que se odie o ame a una persona que apenas le conoció.

·   Ambivalencia.- Todas las reacciones de transferencia se caracterizan por la coexistencia de sentimientos contrapuestos; es sentir emociones opuestas por una persona y que cambian con frecuencia.

·   Caprichos.- Sentimientos originados por las reacciones transferenciales suelen ser inconstantes, erráticos y caprichosos, originando sentimientos que cambian de sesión en sesión.

·     Tenacidad:- Las reacciones transferenciales se resisten a ser eliminadas.

Es necesario resaltar que la transferencia no es exclusiva del paciente, por el contrario puede surgir del psicólogo al paciente, por lo que es necesario que éste sea congruente para identificar cualquiera de éstas reacciones y pueda usarlas en provecho o evitar riesgos durante la terapia.

Las transferencias pueden clasificarse de la siguiente manera:

·   Positivas.- Sentimientos amistosos y afectuosos hacia el terapeuta, surge cuando en paciente siente ciertas gratificaciones por parte de éste y se dispone hacia él en una actitud de amor, distinta a la cooperación consciente.

·    Negativas.- Se caracteriza por la expresión de sentimientos hostiles y de enojo que se produce cuando el paciente revive relaciones y situaciones que vivió durante la infancia y los canaliza al psicólogo.

En este sentido y como ya hemos visto, es imperioso que el clínico tiene que mover al paciente sin titubeos en la dirección contraria en la que la transferencia le impulsa, ya que la finalidad de ésta es repetir indefinidamente los procesos psicológicos del pasado y lograr la satisfacción de los impulsos neuróticos.

No obstante, no hay que perder de vista que de acuerdo a la destreza del clínico, es a través de la transferencia como se logra conseguir que el paciente modifique las conductas hacia sus relaciones objetales y a partir de ello, lograr el cambio en su entorno.

Por ultimo no debemos olvidar que la transferencia se manifiesta en forma de fenómenos regresivos, resistencias y toda clase de sentimientos y pulsiones en torno al psicólogo; entre éstos el amor, el reconocimiento, la gratitud y la posibilidad de identificación introyectiva que le capacitan para estructurar una adecuada relación de trabajo.

Bibliografía.
Coderch, J. (1990). Teoría y Técnica de la Psicoterapia Piscoanalítica. Barcelona, España: Herder.
Morga, L. (2012). Teoría y Técnica de la Entrevista.Tlalnepantla, México: Red Tercer Milenio.
Morrison, J. (2015). La Entrevista Psicológica. Ciudad de México: Manual Moderno.


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